23.06.2016

Una alianza transformadora: Fondo CASA y Fondo Socioambiental CAIXA

Durante las últimas semanas, el sitio web del Fondo Socioambiental CASA ha publicado 10 historias muy especiales que nos hablan de personas, comunidades e iniciativas de gran importancia e impacto, con la finalidad de coronar los diez años de trabajo de la institución.

Para enaltecer esta conmemoración tan especial, tenemos el honor y la alegría de comunicar la importante alianza firmada entre el Fondo CASA y el Fondo Socioambiental CAIXA—un encuentro entre dos aliados que tienen un gran reconocimiento uno por el otro y son conscientes del gran potencial de sus acciones.

Fue esta asociación de colaboración que hizo posible la convocatoria para proyectos del Fondo CASA, publicada en 2015, un importante paso en la ampliación del trabajo serio y comprometido que desarrolla el entusiasta equipo del Fondo CASA que cree en lo que hace y se alegra de ver como cientos de comunidades se han podido transformar gracias a dichas iniciativas exitosas desarrolladas en toda América del Sur.

La directora ejecutiva del Fondo CASA, Cristina Orphêo, habla de la importancia de esta asociación: «Hubo una gran sinergia entre los dos Fondos y se acumuló una gran experiencia en la actuación conjunta. Por medio de esta asociación hemos podido apoyar, hasta el momento, 100 proyectos de 30.000 reales cada uno, todos con una consigna en común que es ‘Fortalecer a las comunidades en la búsqueda de la Sostenibilidad’ en distintas ciudades de Brasil. Por lo tanto, estos proyectos recibieron un total de R$3.000.000 en subvenciones del Fondo Socioambiental CAIXA que se destinaron a la adquisición de equipamientos y a los Talleres de Construcción de Capacidades da los grupos apoyados. De este modo, se amplían los caminos por medio de los cuales las comunidades pueden buscar su sostenibilidad y fortalezcan su protagonismo local”.

 

Estrategia eficiente e innovadora

Jean Rodrigues Benevides, gerente nacional de Sostenibilidad y Responsabilidad Socioambiental de la Caixa Econômica Federal, explica lo que lo llevó a ese abordaje: «Nos interesaron los objetivos y el modo de operar del Fondo CASA debido a su propuesta de apoyar pequeños proyectos de gran impacto. La posibilidad de actuar en asociación con entidades de reconocida experiencia en la movilización de comunidades de base no solo potencializa el alcance de los objetivos en común sino que también promueve la convergencia de intereses en la ampliación de la capilaridad de la ejecución de proyectos socioambientales.

Esta es una asociación que está aún en sus comienzos y los informes sobre los primeros proyectos aún no han sido terminados, sin embargo el gerente nacional de CAIXA, Jean Benevides afirma su admiración frente al alcance de la convocatoria: a partir de las propuestas que se seleccionaron es posible identificar la gran diversidad y riqueza de de los temas abordados en esta convocatoria que abarca a grupos y comunidades de todo el país. Lo que se observa en esos proyectos reproduce de manera concreta el ‘pensar global’ y el ‘actuar local’. Los proyectos enfocan los cambios climáticos, la reducción de la pobreza, la generación de ingresos, la creación de tecnologías sociales, el consumo sostenible, las redes para la acción ciudadana.”

«El aspecto más innovador del Fondo CASA es su estrategia así como también al modelo de divulgación de la convocatoria que es muy amplio y participativo. La red de instituciones asociadas  permite que la convocatoria llegue a un público formado por comunidades e instituciones que de otra forma no tendrían acceso a la misma. Hay una sinergia”. Agrega Jean.

 

El sol es gratis para todos

Uno de los aspectos más destacados de la primera convocatoria es la producción de energía solar, lo que demuestra que es posible trillar nuevos caminos en lo que que se refiere a este delicado tema de las matrices energéticas.

Painéis solares em comunidade no Gurupá, na foz do Rio Amazonas. Projeto apoiado através da parceria entre FSA CAIXA e FSA CASA.

Paneles solares en una comunidad en Gurupá, en la desembocadura del río Amazonas. Proyecto apoyado a través de la asociación entre el Fondo CAIXA y el Fondo CASA. (Foto: Archivo Fondo CASA)

Joilson José Costa, graduado en ingeniería eléctrica  y uno de los principales dirigentes de la Campaña Nacional para una Nueva Política Energética, explica: «La campaña fue creada a partir del Foro de Cambios Climáticos y Justicia Social. Tiene por objeto promover una nueva política para el sector eléctrico en Brasil que esté a la altura de los desafíos del siglo XXI. Dicha campaña se basa en principios de eficiencia económica,  justicia social, respeto por la diversidad cultural, participación democrática y sostenibilidad ambiental. El objetivo del proyecto ‘Energía para la Vida’, que fue aprobado en la convocatoria conjunta de los Fondo CAIXA y CASA, es promover y dar visibilidad a la energía solar fotovoltaica.

«Estamos organizando varios talleres para explicar, de la manera más sencilla y popular posible, qué es la energía fotovoltaica, cuál es su potencial y cuáles son sus  sus formas de uso – dice Joilson. Estamos reuniendo a un público muy amplio como el de las comunidades locales, en las que incluso se realizan las reuniones, y también a estudiantes de ingeniería y arquitectura, con la finalidad de aclarar dudas y explicar los beneficios de la generación de energía fotovoltaica obtenida por medio de paneles solares, en residencias privadas o en empresas. Queremos mostrar que la tecnología es muy sencilla y viable, hoy en día, y es posible fomentarla mediante créditos especiales.

Joilson Costa em umas das apresentações realizadas pelo projeto Nossa Casa Solar.

Joilson Costa en una de las presentaciones realizadas por el proyecto Nuestra Casa Solar. (Foto: Archivo Fondo CASA).

«Como actualmente el gobierno federal no ofrece ningún tipo de incentivo, estamos tratando de llegar a los niveles estatal y municipal,  a través de casos emblemáticos tales como el de un conjunto habitacional en Juazeiro, en el estado de Bahía(*), en el cual las familias, además de generar su propia energía, están logrando generar ingresos. No es necesario expandir aún más la generación de energía por medio de centrales hidroeléctricas que violan los derechos de las comunidades y del medio ambiente; no es necesario que haya conflictos que surgen debido a la energía eólica, ni los originados en la quema de combustible en centrales termoeléctricas. El sol está ahí y es gratuito para todos”.

(*) Proyecto Generación de Ingresos y Energía implementado en los condominios Praia do Rodeadouro y Morada do Salitre en Juazeiro, estado de Bahía, Ambos forman parte del Programa Mi Casa Mi Vida apoyado con fondos del FSA CAIXA.

Iluminar la vida y la conciencia

Esta misma conciencia movilizó a la comunidad de Surucuá, en la Reserva Extractiva  Tapajós Arapiuns ubicada en las márgenes del Río Tapajós medio, con la finalidad de crear un proyecto de generación de energía a través de una mini central fotovoltaica destinada al procesamiento de frutas nativas y harina de mandioca, productos que garantizan la generación de ingresos para la comunidad.

Reunião da Amprosurt, as margens do Rio Tapajós. (Foto: Arquivo CASA)

Reunión de AMPROSURT a orillas Del rio Tapajós. (Foto: Archivo CASA)

El proyecto fue presentado por la Asociación Comunitaria de Vecinos Productores de Agroextractivos de Surucuá (AMPROSURT).  Ângelo Ricardo Souza Chaves, coordinador del proyecto, pertenece a una familia que siempre ha vivido en la comunidad de Surucuá y se enorgullece de su ascendencia indígena que, según él mismo dice,  corre por su sangre y se manifiesta en sus hábitos. Nació y se crió en la comunidad local, de la cual solo partió a los 17 años, ocasión en la que se trasladó a Manaos, para hacer un curso técnico en agricultura y ganadería y terminó quedándose en la capital. Luego se graduó en Ingeniería Ambiental, se casó y decidió regresar a su tierra. El deseo de ayudar a su comunidad poniendo en práctica la experiencia que había adquirido al estudiar afuera era un sueño de infancia.

«Es un gran reto – dice Ângelo.  El lugar, a pesar de su belleza, tiene muchos problemas sociales, no hay infraestructura y la corrupción está presente en todas partes. Es muy difícil hacer frente a esta realidad, pero es necesario que la comunidad encuentre solucione. Cuando regresé la asociación ya existía, sin embargo estaba desorganizada. Al enterarnos de la convocatoria del Fondo CASA nos reunimos con la comunidad y decidimos presentar un proyecto.

«A partir de esa movilización, la comunidad se reunió para discutir más ampliamente los temas relacionados con las RESEX, es decir con aquella áreas utilizadas por poblaciones tradicionales, cuya sobrevivencia se basa en actividades extractivas.  Se establecieron varias alianzas, la asociación se fortaleció como institución  y se propuso la creación de una cooperativa para suministrar productos al gobierno.

 

La dinámica natural de los ríos y de las poblaciones

«Al principio, muchas personas no creían que nada de eso podía tener éxito – continua Ângelo. “Decían que ya habían pasado por esa situación anteriormente y que ya habían tratado de desarrollar otros proyectos que nunca salieron adelante. No obstante, solo por medio de algunas pocas acciones ya hemos logrado avanzar. La harina de mandioca, que es el producto principal de la comunidad, ahora está más valorizada. Estamos mejorando la higiene del proceso, la calidad de la harina y creando una referencia para este producto orgánico”.

Comunidade reunida para discutir o projeto da Amprosurt. (Foto: Arquivo Fundo CASA)

Comunidad reunida para discutir el proyecto de AMPROSURT. (Foto: Archivo Fondo CASA)

Pero más allá de todos los problemas internos de la reserva hay una cuestión más importante que nos preocupa a todos en este momento. Las comunidades se verán afectadas directamente por la construcción de la represa del río Tapajós debido a la construcción de una central hidroeléctrica.

«El principal alimento de las comunidades ribereñas es el pescado y todo el ecosistema se verá afectado por la represa. Los integrantes de las comunidades aún vive en la ilusión de que van a tener energía eléctrica o conseguir empleos. Esta es la fantasía que se les vende a esas poblaciones que quieren ejercer su derecho a la energía. No son capaces de evaluar los impactos de tales construcciones y desconocen las alternativas que existen. El proyecto de la pequeña planta fotovoltaica es una alternativa posible que no produce ningún  impacto ambiental. Las personas de afuera solo ven el potencial económico de los bosques y de los ríos. Desde su perspectiva, creen que deben ocupar esos espacios y aprovechar su potencial. Pero, de hecho, esa región ya está ocupada,  tiene una población que usa esos recursos y que es consciente de su importancia. Desde hace siglos, entre los ríos y las poblaciones existe una dinámica natural que el capitalismo, en su ignorancia, no respeta”.

 

Hace mucho tiempo que estamos aquí 

Instalação de sistema fotovoltaico no Assentamento Maceió, em Itapipoca no Ceará. Projeto realizado com apoio do Fundo CAIXA e Fundo CASA.

Instalación de un sistema fotovoltaico en el Asentamiento Maceió, en Itapipoca en el estado de Ceará. Proyecto realizado con el apoyo del Fondo CAIXA y del Fondo CASA.

Otro de los proyectos aprobados en la presente convocatoria también consiste en la generación de energía fotovoltaica en una comunidad que vive una realidad diferente, pero no menos compleja. Dicho proyecto fue presentado por la Asociación de Cultivadores de Algas de Maceió (ACALMA), ubicada en el Asentamiento Maceió, distrito de Baleia,  en Itapipoca, en el estado de Ceará. “Don” Chico, apodo del Sr. Gaspar Francisco dos Anjos,  es el secretario de la asociación, creada en 2011, y nos habla de su comunidad: «Vivimos en el Asentamiento  Maceió donde viven 11 comunidades con una población de 6.000 personas y durante los últimos nueve años hemos mantenido un campamento de resistencia en la playa,  con la finalidad de defender este territorio contra un importante emprendimiento inmobiliario. Hace mucho que vivimos  aquí  y ocupamos la tierra de manera tradicional. Somos agricultores y pescadores y la asociación es un importante instrumento en la lucha por demostrar que tenemos un proyecto para esta zona de la playa que garantiza a las personas su libre acceso al mar. Valorizamos nuestra cultura, el trabajo colectivo, la presencia de la juventud. Organizamos cursos, reuniones, investigaciones e intercambios para consolidar aún más nuestra organización.

«Aquí, además de la agricultura y de la pesca, cultivamos algas en la franja costera Cosechamos las algas sin dañar el medio ambiente ni perjudicar la reproducción de las mismas. La engorda de las algas se hace en el mar, en balsas flotantes, hasta el momento de cosecharlas para procesarlas. Con la cosecha de algas hacemos productos tales como la mousse de algas, la cocalga que es un bombón de algas dulce, y también algas en polvo, deshidratadas y molidas. Es por eso que este proyecto financiado por el Fondo CASA es tan importante. Contar con energía eléctrica en este campamento fortalecerá aún más nuestra lucha.

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Instalación de un sistema fotovoltaico en el Asentamiento Maceió, en Itapipoca en el estado de Ceará. Proyecto realizado con el apoyo del Fondo CAIXA y del Fondo CASA.

«Sentimos un gran cariño por cada persona o entidad que comparte  y valoriza nuestra cultura así como la forma tradicional de vida del pueblo nativo. Muchos no entienden nuestro ideal, piensan que somos atrasados, que estamos en contra del desarrollo. Nuestro sueño es llegar a un nivel de ingresos que garantice la subsistencia de los jóvenes en la comunidad para que no tengan que irse de aquí. Con nuestra fuerza y ​​perseverancia, lo lograremos.»

 

Llegar a todos los rincones

Además de todos los proyectos relacionados con la energía, Jean Rodrigues destaca otras iniciativas muy importantes del Fondo Socioambiental Caixa: «Quedé realmente impresionado al constatar  hasta donde hemos logrado llegar y el impacto que ocasionan las acciones de los proyectos, aunque los fondos otorgados no sean muy altos. La convocatoria ha brindado apoyo a proyectos relacionados con la acción urbana, el turismo en la comunidad de Rocinha, los recolectores de materiales reciclables y las mujeres indígenas  artesanas, todas cuestiones de extrema importancia y diversidad. Entre el público que se beneficia con este apoyo cabe destacar: las mujeres, los jóvenes, indígenas, las redes de cadenas productivas. Esto muestra el alcance de la convocatoria, cuyo propósito está alineado con políticas públicas tales como la política del agua, tan importante en esta época de crisis hídrica en la que vivimos”.

A Assistente de Projetos Claudia Gibele, responsável por acompanhar os projetos da parceria Fundo CAIXA e Fundo CASA, junto com representantes da Central de Turismo e Ambientalismo da Rocinha, em visita ao projeto.

La asistente de Proyectos Claudia Gibele, responsable del seguimiento de los proyectos de la asociación entre el Fondo CAIXA y el Fondo CASA, junto con representantes de la Central de Turismo y Ambientalismo de Rocinha, durante una visita al sitio del proyecto.

La cuestión del agua está presente en algunos proyectos emblemáticos como «Captar agua, sembrando vida» de la Cooperativa de Agricultores Agroecológicos Boa Esperança  (COOAABE). Este asentamiento provisorio fue creado hace ocho años en el municipio de João Ramalho, estado de São Paulo, en una región de mucho conflicto, situada en el noroeste del estado y  conocida como Pontal do Paranapanema. Allí,  hay muchos problemas: la falta de infraestructura para los asentados, la división de la tierra en lotes pero sin un espacio en común para el cultivo, la falta de apoyo técnico, el alcoholismo, los conflictos políticos y todo ello agravado por la escasez de agua que impide que en muchos de los lotes se pueda cultivar.

Este proyecto presentado por la cooperativa ya ha finalizado la construcción, que utiliza la técnica de cemento reforzado con hierro, de las tres cisternas previstas,  destinadas a la recolección de aguas pluviales que harán osible la realización de cultivos en algunos lotes seleccionados por la asociación para la implantación del proyecto.

 

Curar la tierra

Doña Diva y el Sr. Tião (Sebastião Mendes de Oliveira) están casados ​​y han formado una hermosa familia que vive y trabaja en el asentamiento. Han fundado la asociación que presentó el proyecto en colaboración con la Incubadora de Cooperativas Populares, vinculada a la Universidad del Estado de São Paulo, la UNESP de Assis.

«Fue necesario luchar mucho para conseguir un pequeño pedazo de tierra – dice el Sr. Tião. Con la intención de organizar a la gente y mejorar aún más nuestras vidas, hemos creado la Cooperativa de los  Agricultores Agroecológicos de Boa Esperança (COOAABE). Hace ocho años que nos asentamos aquí y ahora, con la cooperativa y los proyectos, nuestra vida ha sufrido profundos cambios. Ha mejorado muchísimo. Aquí puedo tener una vida tranquila con mi familia. Soy mi propio jefe. Veo el resultado de mi trabajo. Tenemos una huerta, estamos  aumentando la producción y avanzando hacia la agroecología. Cuando llegamos aquí no había nada, era una tierra devastada. Estamos recuperándola. Ahora está llena de árboles, hay una gran cantidad de frutas… pronto tendremos nuestras propias semillas, plántulas…”

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La comunidad participó en la construcción de las cisternas y la expectativa es que se de continuidad a esta forma de trabajo. (Foto: Archivo Fondo CASA).

«No es fácil unir a la gente que vive en el asentamiento.  ¡Dios mío! Las personas no están acostumbradas a convivir, a trabajar juntas, a reflexionar sobre su trabajo. La mayor parte siempre tuvo un jefe. Están acostumbrados a obedecer órdenes. Por lo tanto, se necesita tiempo para que se habitúen, para que entiendan, para que aprendan… pero tenemos que tener paciencia «, comenta el Sr. Tião.

La familia de doña Diva también vino del campo. Cuenta que su padre trabajaba deforestando en el estado de Paraná sin tener la menor conciencia de lo que estaba haciendo. Sin embargo, ahora todos  han comprendido el daño ocasionado a la tierra y la importancia de las nuevas acciones.

«Sufrimos mucho trabajando como empleados durante todas nuestras vidas. El dinero apenas nos alcanzaba para comprar comida. No sobraba ni para comprar unas ojotas. Ahora ¡estoy feliz! ¡Dios mío! Nunca he trabajado tanto en toda mi vida, pero el fruto del trabajo es nuestro. El proyecto de la cisterna para recoger aguas pluviales llegó en el momento preciso, cuando la llama ya se estaba apagando. A partir de entonces, todos nos reunimos para trabajar en un esfuerzo conjunto, con fiestas, con mucha comida para todos. Incluso hasta los que no habían trabajado vinieron a comer con nosotros… pero no nos importó. Solía decirles: “Vengan a comer”, para que se acercaran.

 

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Cisterna construida por el proyecto Captando Agua Sembrando Vida, con el apoyo del Fondo CAIXA y del Fondo CASA. (Foto: Archivo Fondo CASA)

«En la reunión decidimos donde se construirían las primeras cisternas. Elegimos instalarlas en las zonas donde estaban las familias que no podían plantar porque no tenían agua. De nada sirve luchar por tener un pedazo de tierra y luego irse a trabajar a la ciudad. Tenemos que valorar lo que tenemos. Tenemos que ser como un espejo para los demás. Si somos malos, vamos a reflejar la maldad. Si somos buenos, otros van a espejarse y la bondad se propaga”.

 

El agua une y alimenta el colectivo

Los esfuerzos en conjunto para la construir las cisternas acercaron a los miembros de la comunidad e introdujeron nuevas formas de trabajo y cooperación. Más importante aún que la construcción en sí de las cisternas es que la comunidad aprendió la tecnología de construcción social que puede multiplicarse y generar ingresos para las familias además de mejorar su organización,  autoestima y confianza. Estos son bienes valiosos que durarán para siempre.

Esto refuerza las palabras de Jean Rodrigues del Fondo Socioambiental CAIXA: «Nos dimos cuenta de lo efectiva que es esta iniciativa así como de la importancia de nuestra asociación de colaboración y esperamos ver contemplados por el Premio Caixa de Mejores Prácticas (programa que otorga premios bianualmente y cuyo objetivo es reconocer y valorizar las experiencias exitosas para mejorar la calidad de vida de las personas y diseminarlas por todo el país), muchos de los proyectos apoyados en la presente convocatoria. Más que premiar, al Fondo CAIXA le interesa reconocer y difundir experiencias exitosas para estimular a que se las repita en todo el país».

Queremos terminar esta historia con la generosa invitación de doña Diva, realizada con la sabiduría de una mujer que sabe cuidar la tierra para que produzca alimento y alegría. Una invitación que les dará agua a la boca:

«Acabo de llegar del campo y voy a hacer la cena: una sopa de mandioca fresca que traje de la plantación. ¿Quieres probarla?»

 

e-147x147 Texto por: Angela Pappiani – Periodista y productora cultural de Ikore, consejera del Fondo CASA desde su fundación. 

Traducido por Ana van Eersel

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